Abadal Mandó
Autenticidad y paisaje boscoso
Pioneros desde hace 15 años en trabajar con la variedad local mandó, Abadal Mandó es un tributo al Bages y a nuestro espíritu innovador. Su maduración tardía y su resistencia a las altas temperaturas hacen que ésta sea una variedad que se adapta bien al cambio climático.
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Abadal Mandó nos traslada en medio del bosque del Bages con aromas florales, de algarroba y sotobosque y un fondo especiado, de regaliz y fruta madura. La boca es equilibrada, golosa y redonda, con un final que recuerda la tipicidad aromática de esta variedad y una acidez viva que le confiere larga vida en la copa. Frescura, elegancia e identidad varietal
Crianza en barrica de roble
y en ánfora de arcilla.
Durante este tiempo se realizan trabajos de pigeage para favorecer la extracción aromática varietal, así como el color. 12 meses de crianza: 35% en barrica y 65% en tinaja de arcilla.
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Los orígenes de la variedad mandó
Los orígenes de la variedad mandó en nuestra zona están documentados.
El primer documento data del año 1901 y el año 1929 también aparece citada, junto a la variedad sumoll, como la variedad de uva tinta más generalizada en el Bages. No obstante, la revolución de la industria textil condujo al abandono progresivo de las plantaciones de viñedo y a la desaparición de la mayoría de estas variedades.
Desde Abadal hemos iniciado la labor de investigación y recuperación de esta variedad ancestral a partir de unos viñedos residuales localizados en las poblaciones de Navás, Cardona y Rocafort (en la comarca del Bages), de unos 50-60 años.