Bajo el título ‘El resurgimiento de una noble tradición’, el autor cata y destaca una selección de vinos rancis de las zonas del Rosellón y Cataluña, remarcando el potencial de este tipo de vinos oxidativos secos que ponen en valor el carácter histórico de algunas barricas salvadas del olvido.
Dentro de la selección de vinos de Cataluña incluye la colección de vinos rancis Abadal Sagristia, de la bodega Abadal: «unos tesoros inventariados con precisión, procedentes de una herencia de vinos rancis guardados en la bodega subterránea de la Masia Roqueta desde inicios del siglo XX, inventariados e identificados con precisión para ponerlos en valor». Asimismo, el autor remarca también «su delicadeza y amabilidad y una articulación singular en comparación con otros rancis catalanes».
En la categoría que definen como «rancis de iniciación», según el autor ideales para aproximarse lentamente al mundo de los rancis, Abadal Sagristia C-1 está entre los dos vinos mejor puntuados, con 93/100 puntos. Del vino destaca su «elegancia», así como «una propuesta aromática muy refinada y unos matices que se prolongan hasta el final».
Para los rancis definidos por el autor como «rancis de confirmación», de sensaciones más extremas, puntúa Abadal Sagristia R-2 con 95/100, entre los cuatro mejor valorados. Descrito como una «revelación», remarca su procedencia de una sola barrica de castaño, y su crianza de más de 60 años, así como su «profundidad y carácter».
