Abadal Picapoll
Identidad y esencia
100% picapoll
El primer vino 100% picapoll en llegar al mercado, es una clara apuesta de nuestro compromiso hacia la identidad del Bages a través de la recuperación de esta variedad local.
La uva
La uva picapoll forma racimos pequeños y compactos, con bayas esféricas pequeñas que suelen presentar marcas o «picadas» en la piel, de ahí su nombre.
Único
Singular, elegante y seductor, combina las notas cítricas, la fruta blanca (piña y albaricoque) y las notas florales del entorno boscoso (hinojo, lavanda y menta).
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Fermentación y crianza de 3 meses sobre lías, que le confieren volumen y complejidad al vino.
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Los orígenes de la variedad Picapoll
La primera referencia escrita de la existencia de picapoll en el Bages se encuentra en un inventario del monasterio de Sant Benet de Bages, el año 1564. A partir de 1889 ya hay indicaciones más precisas sobre la existencia de esta uva, y en unos documentos del año 1889 y 1890 se incluye como la variedad blanca más extensa de la comarca. Desde 1930, El Bages, así como el resto de territorio vinícola de Cataluña, entró en un proceso de reducción constate de la superficie de viñedo, quedando un cultivo residual de picapoll en nuestro territorio – zona óptima para el cultivo de esta variedad, gracias a sus condiciones de adaptación-.
Abadal, desde su fundación en 1983, y en la búsqueda de los valores de identidad y territorio, inició una tarea de investigación a partir de los viñedos viejos que habían quedado en la zona. Desde entonces, la bodega ha apostado por trabajar, vinificar y dar a conocer la variedad picapoll, contribuyendo con su trabajo a convertirla en la variedad local de referencia de El Bages.