Abadal Matís
Un vino de matices
Un matiz es un pequeño detalle, apenas perceptible, que hace que algo sea único. El entorno boscoso de nuestros viñedos colma este vino largo y elegante de un matiz de aromas balsámicos y de sotobosque.
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La unión de una variedad histórica recuperada, la Mandó, con las variedades Cabernet Sauvignon y Merlot, aporta un conjunto de sensaciones que nos trasladan al terroir de nuestra zona. Abadal Matís destaca en nariz por su riqueza aromática, de aromas de fruta roja madura (cereza, mora) con un fondo especiado, sensaciones de algarroba, pimienta negra y toques balsámicos que refrescan y dan harmonía a todo el conjunto. Aparecen también recuerdos de fruta licorosa y fruta roja (frambuesas).
Un vino largo y elegante que llena la boca de matices.
Su crianza de más de 10 meses en barrica de roble de grano fino enriquece el conjunto,
aportando madurez en boca y sensaciones finales de chocolate y tabaco.
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Los orígenes de la variedad mandó
Los orígenes de la variedad mandó en nuestra zona están documentados.
El primer documento data del año 1901 y el año 1929 también aparece citada, junto a la variedad sumoll, como la variedad de uva tinta más generalizada en El Bages. No obstante, la revolución de la industria textil condujo al abandono progresivo de las plantaciones de viñedo y a la desaparición de la mayoría de estas variedades.
Desde Abadal hemos iniciado la tarea de investigación y recuperación de esta variedad ancestral a partir de unos viñedos residuales localizados en las poblaciones de Navás, Cardona y Rocafort (en la comarca de El Bages), de unos 50-60 años.